¿Qué es exactamente el Mindfulness?
El equipo de nutricionistas de CPNE de la Clínica Sagrada Familia nos introduce a esta nueva técnica de relajación.
Se entiende como Mindfulness la atención plena en el momento presente, el famoso "aquí y ahora". Basado en técnicas meditativas budistas, desde hace más de 2.500 años, el Mindfulness surge en la actualidad para incitarnos a ser conscientes de cada paso que damos en nuestro día a día, para conectarnos con nosotros mismos.
Una de las partes más importantes del Mindfulness es la denominada alimentación consciente o Mindfuleating.
"Comer con conciencia plena" es el arte del Mindfulness llevado a la nutrición, el arte de comer despacio, de comida con todos los sentidos: la vista, el olfato, el gusto, el tacto, el oído y, incluso, las sensaciones que proceden de nuestros órganos internos, como sería el hambre o la saciedad.
Desde Mindfuleating y según nos enseña Jane Chozen Bays, el hambre es un proceso algo más complejo de lo que creemos en realidad, ya que por el momento y, según las teorías de Jane Chozen Bays, se pueden contemplar 7 tipos diferentes:
- Hambre visual: conocido como "comer con los ojos". En este caso, son los ojos y no el estómago que nos lleva a comer un postre o un plato por el simple hecho de que tiene muy buena pinta o el que tenemos asociado un buen recuerdo, aunque en realidad ya nos sentimos llenos.
- Hambre olfativa: Se definiría como "el olor que te abre el apetito". Es la que nos impulsa a entrar en un horno atraídos por el olor del pan recién hecho, aunque en este momento nuestro estómago ya esté lleno. También estaría relacionada con algún olor que nos recuerda a nuestra infancia o que la asociamos a un momento feliz de nuestra vida, lo que esto nos llevaría a comer ese alimento, aunque no teníamos más hambre real.
- Hambre bucal: es aquel que nos impulsa a comer cuando, por ejemplo, estamos inquietos y necesitamos masticar algo, ya que esta sensación de placer en la boca nos ayuda a calmar los nervios.
- Hambre estomacal: es el hambre real, la física, la que nos llega de este órgano cuando siente que está vacío. A veces también podemos sentir, en el estómago, sensaciones como miedo o ansiedad. Esto se debe a la contracción de la musculatura lisa. El hambre estomacal también puede confundirse con la sensación de tener "un nudo en el estómago".
- Hambre corporal o celular: también es un hambre real y está basada en las necesidades energéticas del cuerpo. Es la que demandan las células cuando hay algún déficit de algún nutriente.
- Hambre mental: se refiere a toda la información que vamos reciben y guardando a lo largo de los años sobre alimentación, dietas, calorías, grasas, proteínas, azúcares, etc., es decir, sobre todo lo que hemos o no hemos de comer según los cánones de salud alimentaria.
- Hambre del corazón: es la que está ligada a las emociones. Puede ser una respuesta para cubrir diferentes necesidades como la falta de amor, de afecto, el deseo de ser vistos, oídos, etc., o una herramienta para gestionar diferentes emociones, tanto negativas (por ejemplo, llenar un vacío) como positivas (de recompensa).
También debemos tener en cuenta que muchas veces la sed se puede confundir con hambre. Un ejercicio que puede ser útil para diferenciar estas dos sensaciones es beber un vaso de agua y observar si hay algún cambio en la sensación de hambre.
Como ya hemos dicho al principio, el hambre es un proceso más complejo y que va más allá de la necesidad física de ingerir alimentos. Conocer y comprender los 7 tipos de hambre nos puede ayudar a ver cuál es la que nos está impulsando a comer, para así poderlo corregir si no se trata de un hambre real.
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