Puesta a punto para la vuelta al cole
En lo que ha capacidades visuales se refiere, por una parte, se ha podido constatar una relación directa entre el tiempo de exposición a las pantallas y la miopía. En el caso de los niños, la miopía infantil ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
Esto nos ha llevado a dedicar una unidad específica a su control. En este sentido, las lentes de contacto para el control de la miopía están dando buenos resultados en niños a partir de los ocho años.
Por otra parte, en nuestra consulta de oftalmología también estamos detectando cada vez más niños que presentan problemas visuales que no tienen una causa orgánica (no se deben a defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo), sino que se deben a un déficit en el desarrollo de las habilidades visuales involucradas en el aprendizaje, tales como la percepción visual, la eficacia visual, la integración viso motora, o la relación viso espacial. Esto es especialmente significativo en niños que padecen problemas como la dislexia o el TDAH, entre otros. Estos niños tienen habilidades visuales por debajo de la media. Si se les trata sólo con reeducación psicopedagógica, no avanzaran como cabría esperar.
Todos los niños tienen curiosidad por aprender, pero cuando existen causas que dificultan el proceso de aprendizaje, éste se puede hacer tedioso y provocar que el niño pierda interés y lo evite, se crea incapaz y además se le tache de vago. Por tanto, la detección y tratamiento precoz de estas problemáticas son también muy importantes para su autoestima.
Los problemas de aprendizaje abarcan una gran diversidad de dificultades: de lenguaje, visuales, auditivos, de atención, hiperactividad... por este motivo, deben ser abordados por parte de un equipo multidisciplinar que incluye, en función del caso, psicólogos, optometristas, fisioterapeutas, logopedas y hasta nutricionistas. Nuestro servicio de oftalmología dispone de una unidad específica de rehabilitación visual, compuesta por optometristas, psicóloga, logopeda y osteópata.
Si se abordan a tiempo, todas estas carencias se pueden reconducir con muy buenos resultados. El principal problema es su baja detección. Los padres y los maestros son quienes más fácilmente pueden darse cuenta de los signos de alerta.
A menudo, la falta de información sobre la importancia de las habilidades visuales en el aprendizaje motiva el hecho de que muchos niños con estas problemáticas no se diagnostiquen y, por tanto, no se puedan tratar.
Los signos de alerta que nos pueden hacer sospechar de la existencia de problemas visuales que pueden dificultar el aprendizaje son los siguientes:
- Ve doble o borroso al leer
- Cierra y se tapa un ojo
- Se acerca mucho al papel para leer y escribir
- Tiene dolor de cabeza al finalizar el día
- Inclina la cabeza cuando lee o resigue las líneas con el dedo
- Confunde, invierte u omite palabras o letras cuando lee
- Recuerda mejor oralmente que por escrito
- Vocaliza cuando lee para sí mismo
- Tiene baja velocidad y comprensión al leer
- Tiene dificultades de atención y concentración
- Tarda mucho en acabar una tarea
- Hace mala letra y es desordenado
- Tiene poca habilidad psicomotriz
- Adopta malas posturas
- Le cuesta copiar de la pizarra
En caso de que confluyan varios de estos síntomas al mismo tiempo, es importante llevar a cabo un estudio funcional para descartar problemas de aprendizaje por causas visuales. Solicita más información en nuestro servicio de oftalmología.
Grupo Admira Visión
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