La colonoscopia, cada vez más necesaria pero cada vez más confortable
- ¿A qué edad se detecta?
Paralelamente a esta información, se han publicado diferentes estudios de alcance mundial que muestran un desplazamiento del tenedor de edad en cuanto a la incidencia del cáncer colorrectal: hasta no hace mucho se situaba entre los 50 y los 70 años, y ahora afecta a una población más joven. En Europa el crecimiento del riesgo de tener este cáncer es más alto entre los más jóvenes. En resumen, los próximos años se espera que aumente el número de casos de cáncer de colon en personas más jóvenes. La Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) recomienda desde el 2018 de avanzar la criba a los 45 años, en vez de hacerlo a los 50 años como era habitual. Para hacer frente a este problema, la mayoría de los países occidentales ha emprendido programas de criba del cáncer de colon.
Estos programas de cribaje persiguen la detección del cáncer en una fase incipiente, antes de que se manifiesten síntomas, porque el cáncer es más diminuto. Lógicamente, cuanto más pequeño es el tumor, más buen pronóstico tiene. Esto es válido para los programas de criba del cáncer de colon que se basan en macetas de sangre oculta en las heces, los cuales pretenden de detectar cánceres de colon en las fases más tempranas.
- ¿Qué peculiaridades tiene?
El cáncer de colon se puede prevenir e impedir que se desarrolle. No hay que esperar que se diagnostique cuando ya se ha formado, aunque sea diminuto. El 95% de los cánceres de colon crecen encima de una lesión previa benigna: el pólipo de colon. han varios tipos de pólipo, y no todos evolucionan hacia tumores malignos. El adenoma, tal como se denomina en terminología médica, es el pólipo sobre el cual se desarrolla el cáncer. El adenoma de colon es muy frecuente. Hace treinta años se encontró que una cuarta parte de la población de nuestro entorno a más de cincuenta años era portadora de adenomas de colon. Es evidente con este dato que no todos los adenomas acaban en un cáncer, pero hay que recordar, a la inversa, que la mayoría de los cánceres de colon crecen sobre los adenomas. No se puede predecir encara qué adenoma evolucionará hacia un cáncer. Por lo tanto, la tendencia actual es mirar de extirpar todos los adenomas que aparecen. La extirpación de un pólipo sea del tipo que sea, recibe el nombre genérico de polipectomía (del griego con el mismo significado).
- ¿Qué tipos de cribaje hay?
Hoy en día hay dos tipos de programa de criba de cáncer de colon. El más utilizado por los Servicios de Salud se basa en la detección de sangre oculta a las heces. Un resultado positivo indica la presencia de una lesión al colon. Entonces hay que hacer una exploración física por saber de qué lesión se trata. Se diagnostica un cáncer en menos de un 10% de los casos. El resto son lesiones benignas.
El otro programa se basa a explorar directamente el colon, y ofrece a la vez la posibilidad de identificar adenomas y de extirparlos. La única exploración médica que agrupa ambas posibilidades, el diagnóstico y el tratamiento, en una sola intervención es la colonoscopia asociada a la polipectomía. Ambos programas de criba tienen la misma eficacia en la hora de determinar si se tiene cáncer de colon, pero la segunda opción multiplica por cinco la detección de adenomes11 y ofrece una protección contra el cáncer del 77%.
- ¿Como se llevan a cabo?
Tanto la colonoscopia (del griego mirar el colon) como la polipectomía, se llevan a cabo con un aparato médico que se denomina colonoscopio. El colonoscopio es un tubo flexible de 170 cm de longitud y 13 mm de grosor, que se articula en el extremo más distal. Lleva incorporado todo un sistema de guiaje, de grabación electrónica de imagen, de iluminación, de aspiración de líquido, de limpieza y de canales por donde se puede introducir instrumental de cirugía menor. El colonoscopio explora el colon introduciéndolo por el ano. Se trata de una exploración incómoda y potencialmente muy dolorosa. Además, como el resto de las exploraciones médicas del colon, es necesario que no haya ningún resto de heces para garantizar la visión de toda la superficie interna del colon, que es donde nacen los pólipos y crecen los cánceres.
La colonoscopia en manos expertas es muy segura y no causa lesiones a las vísceras internas; el riesgo-beneficio es totalmente asumible. El dolor es fruto simplemente de la manipulación del intestino y del abultamiento como consecuencia de insuflar aire para dilatar el colon. Inicialmente las exploraciones endoscópicas digestivas se hacían con una sedación mínima o sin. Muchas exploraciones no se podían acabar por dolor. El recuerdo del dolor hacía que una parte importante de los pacientes que se tenían que hacer diversas las rechazaran. Cuando se desplegaron los programas de criba, hizo falta llevar a cabo colonoscopias indoloras. Desde entonces todas las colonoscopias se hacen bajo los efectos de la sedación, sea controlada por el mismo médico endoscopista o por un anestesiólogo. El recuerdo que deja la sedación actualmente es incluso agradable y facilita que los pacientes acepten, si hace falta, colonoscopias repetidas de seguimiento.
La limpieza del colon presenta varios problemas. Es incómoda, complicada y hay que hacerla a horas intempestivas. Además, se tienen que eliminar todos los restos fecales, porque una limpieza insuficiente comporta exploraciones más largas, repeticiones de pruebas y, encara peor, errores diagnósticos. En los pacientes provoca angustia, abstención laboral y, en algunos casos, malnutrición.
- ¿Cuál es la preparación antes de la prueba?
La presencia de restos fecales puede ocultar lesiones importantes, incluso malignas. Para evitar esta posibilidad, se han proyectado una serie de estrategias para conseguir una limpieza del colon óptima.
El primer hito es hacer desaparecer los restos fecales. Los restos que llegan al colon son integrados por fibra vegetal no absorbible. La costumbre de eliminar la fibra de la dieta durante los cuatro días previos a la prueba tiene una tradición que se remonta a ciento años atrás, con la preparación de las pruebas radiológicas del colon. El día anterior a la prueba se propone, además, de hacer una dieta únicamente a base de líquidos.
Para concluir diremos que, por un lado, tenemos previsiones que crecerá el riesgo de sufrir cáncer de colon los próximos años y, en consecuencia, habrá que hacer más colonoscopias preventivas a un mayor número de personas; por otro lado, pero, la buena noticia es que las colonoscopias, si no hay ninguna otra técnica diagnóstica que las sustituya, serán cada vez más agradables.
Dr. Agustí Panadès Aran.
Instituto de Enfermedades Digestivas.
Clínica Sagrada Família.