Hipotensión arterial en pacientes hipertensos durante la estación estival
Con la llegada del verano, los pacientes hipertensos pueden experimentar inestabilidad en sus cifras de presión arterial, aún a pesar de estar previamente bien controlados con su tratamiento habitual. Estas variaciones frecuentes de las cifras de presión arterial son debidas al calor, que produce un efecto vasodilatador que ayuda a disminuir la temperatura corporal y, como consecuencia de ello, la presión arterial puede ser más baja que en los meses fríos. Este efecto no es universal en todos los pacientes, pero afecta a un 30 por ciento aproximadamente de los pacientes hipertensos.
Al calor de la estación estival, se suman otros factores que pueden facilitar esta reducción de las cifras tensionales, como son: la permanencia en localidades situadas a nivel del mar, así como la disminución del estrés con el relax propio de las vacaciones.
“es muy importante que los pacientes hipertensos realicen controles y registros de su presión arterial”
Por este motivo, es muy importante que los pacientes hipertensos realicen controles y registros de su presión arterial, con la medida periódica de la misma en sus domicilios, para así detectar a tiempo estas bajadas de la presión arterial y poder intervenir.
El descenso de la presión arterial puede ser sintomática (mareos, malestar general, fatiga, cansancio, decaimiento, etc) o asintomática, pero, en cualquiera de estas 2 situaciones, puede ser aconsejable una reducción de las dosis o de los fármacos para la hipertensión, pero siempre con la valoración y pauta de su médico.
Pasada la temporada de calor, no es conveniente bajar la guardia. Con la llegada del frio, también se debe reajustar a tiempo las dosis habituales de los fármacos antihipertensivos debido la subida progresiva de las cifras de tensión arterial. Así evitaremos la aparición de crisis hipertensivas. Calor: bajada de presión arterial; frío: subida de presión arterial.
Durante los meses de calor, es imprescindible seguir las siguientes recomendaciones, tanto para los pacientes hipertensos, así como para el resto de la población:
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Hidratarse bien
Procurar consumir entre 6 a 8 vasos de agua fresca (no muy fría) a lo largo de todo el día, para garantizar una suficiente hidratación, ya que, con el calor, el sol y la sudoración, es fácil la deshidratación. Si no nos hidratamos adecuadamente, podemos acabar sufriendo una bajada excesiva de la presión sanguínea que, en el peor de los casos, puede ocasionar que nos desmayemos o perdamos el conocimiento (lipotimias o síncopes). Especial cuidado se debe tener con los niños y, sobre todo, con las personas mayores quienes suelen tomar algún diurético en su pauta de tratamiento antihipertensivo incrementando la deshidratación y el descenso de la presión arterial.
Además, para evitar la deshidratación, recomendamos practicar menos ejercicio físico del habitual y con menor regularidad. Los mejores momentos para practicar deporte o, simplemente, hacer una buena caminata son las primeras horas de la mañana o el final de la tarde, para evitar el sol en las horas más calurosas (de 12.00 a 16.00 horas), y más aún las exposiciones prolongadas. Las causas de mortalidad en las olas de calor se asocian sobre todo a enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias.
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Vestimenta
Llevar ropa ligera que nos ayuda a reponer los líquidos que perdemos por el sudor, impidiendo la deshidratación y golpes de calor.
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Alimentación
Mantener una dieta equilibrada y saludable. Evitar comidas copiosas, ricas en grasas y sal. En especial los hipertensos deben tener cuidado con los aperitivos muy salados (aceitunas, anchoas, frutos secos salados, chips, embutidos, quesos, etc). Es conveniente añadir mucha fruta en nuestra dieta.
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Excesos
Evitar el tabaco y el consumo de alcohol. El alcohol puede alterar el ritmo cardíaco y producir un determinado grado de insuficiencia contráctil.
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Medicación
Ponerse alarmas para tomar la medicación, ya que, los cambios de horarios y la relajación de rutinas puede llevar a despistes u olvidos para la ingesta de los fármacos. El tratamiento médico, con nosotros a todas partes. Si el tratamiento nos acompaña en nuestras aventuras, quizá nuestra rutina se complique, pero nuestra salud nos lo agradecerá.
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Movilidad
Las personas hipotensas tienen que evitar la inmovilidad a lo largo del día. Tienen que procurar moverse con regularidad y si permanecen sentados o sin actividad durante un tiempo a la hora de levantarse o ponerse en movimiento deben hacerlo de forma gradual.
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Temperatura ambiental
Evitar los destinos con temperaturas extremas o situados a una altitud mayor de 2.000 metros. Si la salud de nuestro corazón está perjudicada, este necesitará realizar un esfuerzo mayor en lugares con estas características.
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Descanso
Descansar es fundamental. Dormir poco puede afectar a nuestra salud cardiovascular.
Disfrutemos del verano mimando nuestro cuerpo y corazón .... nuestra presión arterial nos lo agradecerá.
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Comentaris
Gran equipo médico y humano .
Solo podemos decir halagos !
Muchas gracias por tus palabras. Es un placer saber que nuestros pacientes están contentos con nuestro equipo.