¿Qué es una hernia de la pared abdominal?
Dr. Javier Rojas Méndez
Una hernia de la pared abdominal es una protrusión del contenido abdominal a través de una zona de debilidad o defecto de la pared, ya sea adquirida o congénita. Aunque muchas hernias son asintomáticas, algunas pueden causar dolor y requerir cirugía inmediata si se incarceran o estrangulan.
¿Qué tipos de hernias abdominales existen?
Las hernias abdominales pueden presentarse en diferentes áreas:
- Hernias umbilicales: se desarrollan en la cicatriz umbilical. La mayoría son adquiridas en edad adulta debido a factores como obesidad, ascitis, embarazo o aumento de presión abdominal.
- Hernias epigástricas: se presentan en la línea media, por encima del ombligo.
- Hernias de Spiegel: se desarrollan a través de defectos en la vaina de los rectos abdominales.
- Hernias incisionales: son defectos secundarios a un procedimiento quirúrgico.
- Hernias inguinales: son las más comunes. Representan el 75% de todas las hernias abdominales. Se encuentran en la región inguinal, por encima del ligamento inguinal.
- Hernias femorales: se encuentran en la región inguinal, por debajo del ligamento inguinal.
¿Cómo saber si tengo una hernia abdominal?
La mayoría de los pacientes notan un bulto visible que puede causar alguna molestia o bien ser asintomático. Los cambios pueden resultar evidentes al realizar esfuerzos como toser. El diagnóstico se realiza a través de un minucioso interrogatorio y exploración física. Además, se hacen estudios de gabinete para identificar hernias complejas y planeación quirúrgica como ecografía y tomografía.
¿Como reparar una hernia?
Las hernias se reparan de forma quirúrgica. Idealmente de forma programada y en ocasiones ambulatoria. Existen dos modalidades para la reparación de hernias abdominales:
- Convencional: se realiza bajo anestesia regional o general con una incisión sobre el sitio afectado. Se identifica el defecto y en ocasiones de coloca material protésico (malla) que se integra a la pared.
- Laparoscopia: se trata de una técnica mínimamente invasiva donde bajo anestesia general, a través de pequeñas incisiones, se repara el defecto de la pared abdominal y se coloca la malla. En este abordaje, se inserta a través de una cánula, un pequeño tubo hueco, un laparoscopio (un telescopio diminuto) conectado a una cámara especial que permite que el cirujano visualice la hernia y el tejido circundante en una pantalla de video.
La laparoscopia ofrece una mejor visión de la pared posterior y del defecto herniario. Facilita la colocación de la prótesis en el espacio preperitoneal sin depender del tamaño de la incisión.
Por lo general, es necesario hacer tres o cuatro incisiones que miden un cuarto de pulgada. La hernia se repara desde la parte posterior del defecto herniario colocando un pequeño pedazo de malla quirúrgica que se fija con pequeñas grapas quirúrgicas.
Las técnicas laparoscópicas presentan una recuperación más rápida y menor dolor postoperatorio, lo cual permite un rápido retorno al trabajo y a las actividades del día a día.
¿Qué esperar después de la cirugía laparoscópica?
Tras la operación, el paciente es trasladado a la sala de recuperación para ser monitorizado durante la fase inmediata de recuperación tras la anestesia y la cirugía. Cuando el paciente se despierta, puede ir a casa, aunque a veces se recomienda pasar una noche en el hospital. Es probable que el paciente sienta dolor durante las primeras 24h a 48h, pero se anima a que camine al día siguiente de haber sido intervenido.
En poco tiempo, el paciente retomará sus actividades, incluyendo duchas, conducir, subir escaleras, levantar objetos livianos y tener relaciones sexuales.
Después de la cirugía, se espera que retomes rápidamente tus actividades normales, pero es esencial estar alerta a posibles síntomas que requieran atención médica. Recuerda, cuidar de tu salud abdominal es fundamental para tu bienestar general. ¡Mantente atento a las señales y no dudes en comunicarte con tu médico ante cualquier inquietud!
Pide más información al equipo de Cirugía General.