Queremos estar a tu lado - Día Mundial de la Enfermería
Nuestra razón de ser es ofrecer a cada paciente una atención personalizada, profesional, integral y eficiente, a la vez que cálida y cercana.
Desde que Clínica Sagrada Familia abrió sus puertas en 1970, nuestro objetivo ha sido crear un centro hospitalario dotado de todas las especialidades y la mejor tecnología médico-quirúrgica, pero sobre todo de los mejores profesionales.
Hoy, por el Día Mundial de la Enfermería, queremos hacer una mención especial a nuestro equipo de Enfermería y Auxiliares de Enfermería. Felicitarlas y felicitarlos por la gran labor que desempeñan todos los días.
Por último, desde Clínica Sagrada Familia queremos compartir la carta que un paciente nos ha hecho llegar y que nos recuerda lo importante que es estar cerca de cada uno de nuestros pacientes. Acompañarlos, cuidarlos, conocerlos y darles la mano en todo momento.
¡Muchas gracias!
Estimadas enfermeras y enfermeros de la planta de semicríticos de la Clínica Sagrada Familia.
Os escribe el paciente de la 529, Marc Valles, operado de una hernia discal el anochecer del 27 de abril de 2021, día de la Virgen María de Montserrat.
Después de haber pasado unos días en recuperación aquí en la Clínica, he sentido el impulso de expresar en palabras mi agradecimiento por estos días aquí ingresado. Principalmente por toda la atención, los cuidados y la delicadeza con la cual he sido atendido.
No pasa cada día que te tienen que operar, te tienen que hacer un corte a las espaldas y tienes que pasar unos primeros días casi completamente a la cama y con poca movilidad. En alguien como yo que todavía se considera joven y habitualmente habiendo hecho trabajos físicos, esta situación te hace darte cuenta de tu vulnerabilidad y dependencia de los demás. Esto me lo podía tomar de forma incómoda como falta de autonomía. Pero ¡qué lección e incluso qué regalo! Dejarse ayudar y mostrar la fragilidad y acogerlo como un do. Porque cuando uno es vulnerable permite al otro cuidar, darse y entregarse.
Todo esto lo explico para dirigirme a las enfermeras, enfermeros y personal de la planta 5 de la clínica. Seguramente lo tenéis muy naturalizado, pero en vosotros no solo he visto unos cuidados, una gestión de las medicaciones o una limpieza sino que he visto atención, ternura, delicadeza ... y más adjetivos que quedan englobados en la palabra "amor". Tampoco creo que esté diciendo nada nuevo, pero sí expresar convencido que toda esta parte intangible del trato humano hace que la medicina sea auténtica y completa.
Os comparto que yo soy fraile novicio con los franciscanos Capuchinos. Para entender que quiere decir esto, somos religiosos que vamos con un hábito marrón. Somos "monjes de calle".
Vivimos en comunidad, rogamos juntos unidos en el amor a Jesús y parte de nuestra vida es el trato con enfermos, sin techo o marginados, etc. Por eso puedo decir que estos días aquí han sido parte de mi formación ahora que acabo de empezar. He podido experimentar este "amor que cura" donde la parte técnica se une a la medicina del corazón, la medicina del alma. Y esta no es otra que la relación entre personas, de tú a tú. Permitidme decir cuando evangélico es esto! Así que doy gracias a Dios por estos días en la Clínica Sagrada Familia ... Esto es, familia.
Gracias a Nuria y Natàlia por su entusiasmo, alegría y delicadeza que contagiaban cada mañana.
También a Paula, una chica en prácticas que vino algún día, dispuesta a ayudar en todo.
Gracias a Vicky y su ayudante Marc por su atención constante con todas las medicaciones, responsable en todo momento y transmitiendo seguridad y confianza a ante mis dudas.
Gracias a Susana, enfermera de las noches, con todo el trabajo que tenía, siente paciente y atenta, cambiando las medicaciones y acercarse e interesarse personalmente por mí y mi vida personal.
Gracias Esperanza, que ya té dije que tú número se lo mejor para un sitio como este por tú trato personal con genuino interés. Rezo por tú hijo, futuro enfermero.
También gracias a Rut, que hacia mil trabajos a la vez.
Gracias a María José y Fernando, enfermeros también de noche. Por ser los primeros que me atendieron apenas subir del quirófano y haber estado atentos a todo el que necesitaba.
Gracias a Sara y la Ane, estudiando en prácticas, enfermeras por la tarde. Por su ilusión en el oficio y como buscaban voluntariamente hacerme sentir a gusto con las incomodidades de estar enfermo y tener que requerir ayuda.
Gracias a Natalia, enfermera por la tarde, que tenía sobre suyo la responsabilidad de 15 pacientes y se tomó todo el tiempo necesario para cambiarme la vía y hacerlo con toda delicadeza. Gracias Natalia.
Gracias a Laila, enfermera joven, pero con experiencia que se transmitía, por tu atención personal mirando que no me faltara de nada.
Gracias también a Rosa, la María, Yesi y Sílvia que pasaban por las mañanas a hacer la limpieza de la habitación. Sobre todo por su conversación natural, próxima y familiar.
Gracias a Carmelo, el fisioterapeuta, por su familiaridad instantánea y capacidad de dar confianza en el proceso de recuperar la movilidad.
Gracias al Doctor Nadal y a Claudia. Ferran me dio la confianza inicial para operarme y ponerme en sus manos trasnmitiendo la confianza que necesitaba con la ayuda de Claudia. Por todo el seguimiento que ha hecho junto con el Doctor Español, su ayudante.
Gracias a Xavier, Francisco, Fernando e Hipólito, padres de la Clínica para llevarme la comunión, la medicina espiritual, a Jesús, el médico por excelencia, el que cura el alma en su sentido más profundo y donde todo el amor que nos muestramos los seres humanos proviene de su amor infinito y auténticamente loco por nosotros.
He intentado investigar todos los nombres de las personas que me han atendido pero me dejo. Habéis sido muchos.
Recordar a las personas que llevaban la comida, bono de verdad! En definitiva, gracias y más gracias...
Recordaré estos días con amor.
Yo como fraile que soy, os tendré presentes en mis plegarias, puesto que esta es una de mis principales trabajos.
De parte del paciente de la 529, pero sobre todo de vuestro hermano Marc,
Un abrazo cariñoso.